jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Planificar la innovación? Reflexion a partir de Lugo, y Kelly (2008): “La gestión de las TIC en las escuelas: el desafío de gestionar la innovación”

De la teoría…

Desde las escuelas y su entorno, el principal argumento para explicar las dificultades en la integración de las nuevas tecnologías al proceso de enseñanza aprendizaje se centra principalmente en la cuestión material: falta de infraestructura y de equipamiento. Otras razones son la resistencia de los docentes y su falta de capacitación. Pero en estos contextos, que son los que me toca transitar, por lo general queda desdibujado un elemento que, a la luz de las lecturas de esta sesión, resulta fundamental: la gestión de la integración.
Considero que esta cuestión se ha pasado tradicionalmente por alto debido a que la introducción de las nuevas tecnologías a las instituciones educativas se ha dado de manera progresiva e informal. Es decir, hasta el momento prácticamente no se han diseñado proyectos o estrategias para una incorporación voluntaria y conciente, que apunte a involucrar a los distintos actores desde diferentes roles y que implique “otras innovaciones simultáneas en materia de pedagogía, currículo, evaluación y organización escolar” (Dede.2000, pag 2)
En esta dirección los especialistas consideran que es posible gestionar el cambio, y la función de los actores involucrados es “Liderar los diferentes procesos que se desencadenan cuando las TIC llegan a las escuelas, de modo que éstas se encuadren dentro de un proceso de innovación que les dé sentido” (LUGO, 2008. Pag. 1). Según esta autora, cubrir las demandas materiales de tecnologías no garantiza necesariamente que su incorporación venga a modificar los modos de enseñar y aprender. Para lograr esto, serían las escuelas las que a través de proyectos innovadores plantearían la necesidad de incorporar determinada tecnología
Contrariamente al ingreso azaroso de tecnologia que se viene dando en las instituciones de nuestro país, la idea planteada por Lugo involucra al personal que dirige la innovación como el motor de la misma. Encabezada por el director de la institución, la gestión de la integración de TICs debe plantearse qué innovar, cómo y por qué.
Es así que el rol del director es esencial en el apoyo y la coordinación de los docentes que llevan a cabo el proceso, como así también en la motivación para sumar nuevos actores, y el estimulo a que se capaciten. Este actor “Debe generar una clara visión compartida de la institución que se desea para inspirar colaboración, cohesión, integración y sentido, respetando la diversidad de aportes de los diferentes actores para la mejora de la escuela.” (LUGO, 2008. Pag 4)

…A la práctica
Considero que actualmente la escuela está atravesada por múltiples problemas que provienen de distintos ámbitos: cansancio, aburrimiento, falta de capacitación, malas remuneraciones, etc. La lista es larga y cada persona que transite por la comunidad educativa puede agregar nuevos elementos según cual sea su rol: docente, directivo, padre, alumno. Todos coincidimos, desde hace mucho tiempo, en que la escuela está en crisis, pero quizás tengamos diferentes ideas respecto de hacia donde nos lleva esta situación.
La palabra "crisis" en chino significa riesgo y oportunidad. Que la coyuntura actual de la escuela implique continuidad o cambio, dificultad o posibilidad; no son posibilidades azarosas, o decisiones estructurales de las que la institución escolar quede aislada. Somos los miembros de la comunidad educativa quienes cuestionándonos, abrimos la posibilidad para el cambio. Y en esta coyuntura las TIC pueden ser una “ventana de oportunidad”, como plantea Lugo, que sirvan de herramientas para el cambio y la innovación. O como plantea Dede, pueden impulsar una reforma sistémica, es decir “la innovación simultánea, sostenida y a gran escala del currículo, la pedagogía, la evaluación, el desarrollo profesional, la administración escolar, los incentivos y los acuerdos para promover la educación entre escuelas, comercios, hogares y ámbitos comunitario.” (DEDE, 2000. Pag. 1)
En este proceso no resulta simple la aceptación del cambio, ya que este implica necesariamente el cuestionamiento de la situación previa, y las escuelas por lo general son reacias a la autocrítica. Por otro lado es necesario que desde la institución se logren aceptar el riesgo y el error como parte del proceso y no como excepciones que es preciso evitar.

A diferencia de Dede, que pone un gran acento en que la reforma de la escuela pase por una mayor eficiencia y una descentralización en el acceso a la tecnología, considero que sin un fuerte sostén desde el Estado se sigue recargando a la institución y no hay posibilidad de que todos los sectores tengan acceso a la innovación. Esta es posible si todos los actores estamos involucrados, pero sólo con una política clara de apoyo desde el gobierno. Muchos de los programas que apuntan a la integración de TIC siguen exigiendo solo al docente como propulsor de la trasformación pero sin una estructura que lo apoye. El mismo debe sentirse confiado en el proceso que esta llevando a cabo, y sostenido tanto por la gestión de los directivos, como por la administración de gobiernos que salven los problemas más urgentes de infraestructura, como así también ofrezcan posibilidades reales de capacitación coherente y accesible para todos aquellos que quieran sumarse al proceso de transformación de la institución educativa.



BIBLIOGRAFÍA
Dede, Chris (comp.) (2000) Aprendiendo con tecnología. Buenos Aires. Paidós
Lugo, MaríaTeresa y Kelly, Valeria (2008): “La gestión de las TIC en las escuelas: el desafío de gestionar la innovación”. En UNICEF – IIPE UNESCO (2008): Las TIC. Del aula a la agenda política. Buenos Aires.